Los Galegans estaban sometidos a una cansina campaña
Francesa que básicamente consistía en la continua llegada de más y más tropas
para asediar las ciudades cada lunes después de tomarse su café francés con
unas tostadas de mermelada de naranja que The Marmalade Company les regalaba.
En esta situación, los Galegans apenas podían defenderse, así que no podían gastar ningún recurso o tropa para ir a Rusia a descubrir las
intenciones que tuvieron al hacer naufragar al “Prestige”.
Pero por suerte para ellos, no muy lejos de las tierras
Galegans -al sureste más concretamente– se presentaron voluntarios los
burgaleses para comenzar la operación de Rusia. Ellos siempre quisieron ampliar
sus territorios y la única zona que tenía un clima parecido al de Burgos era
Siberia, por lo que vieron una oportunidad de oro: ellos conquistaban parte de
Rusia y a cambio les informarían de todo cuanto descubrieran a los Galegans.
Comenzó así esta operación conocida como la “operación calor”,
en la cual, los Burgaleses o Burgalians (nombre de guerra que ellos mismos se
habían adjudicado) viajarían en trenes europeos desde Francia hasta Rusia
haciéndose pasar por jugadores profesionales de petanca y grandes ricachones
que querían expandir este deporte hasta los confines del mundo costase la pasta
que costase para hacerlo un deporte internacional y así ganar de una puta vez
todas las medallas olímpicas en algún deporte.
El nombre de esta operación fue ocurrencia de un Burgalian enorgullecido por la capacidad de soportar el frío que tenían los de su "raza", dejando claro que ni siquiera en Siberia hace tanto frío como en Burgos.
De esta forma, 5000 Burgalians se montaron en un viejo tren
de acero y viajaron por toda Europa, cumpliendo su papel y consiguiendo nuevos
seguidores gracias a su táctica conocida como "la del circo"(para obtener más información, ve a la sección de tácticas de guerra o pincha aquí), hasta que el 7 de Noviembre, los Burgalians finalmente llegaron a
Siberia y comenzaron a conquistarla a base de pedrada limpia al primer ruso
sobrio que vieran, ya que los borrachos no suponían ningún problema e incluso algunos
se unieron a los Burgalians asegurando haber nacido en España:
“Shisissashis… yo en veradad he naicido en Eshpaiña. Peo me
vieni aquí cuando aera muy chiquititochiquititochiquitito… De hecho, mi coimida
faforita es la coimida típica de allí: el uniocornio al aijillo” comentaba uno
de los rusos que se unieron a los Burgalians (En realidad este ruso no sabía hablar español, pero con un poco de vodka, los rusos se transforman en una especie de super-hombres que lo saben todo y lo pueden casi todo, con algunas limitaciones como podrían ser el raro sentido del humor y la cogorza del quince que acaban por pillarse).
La conquista de Siberia se llevó a cabo a una velocidad vertiginosa; en
menos de un mes la mitad de ese territorio ya estaba casi completamente
conquistado. Y es que en verdad, los rusos sabían que Siberia era un lugar
demasiado improductivo para ellos, por lo que no les merecía la pena
defenderse, aparte, claro está, que la mayoría de los rusos por esos lares
estaban más borrachos que un alemán en el “Octoberfest” y lo único que querían
era beber más Vodka y un poco de juerga sin importar si eran conquistados por
los Burgalians.
Pero finalmente, el 17 y el 20 de Diciembre, cuando ya casi
habían conquistado toda Siberia, tuvieron lugar dos batallas: “la Batalla por
las Bodegas del Vodka” y “La Batalla de la Petanca” respectivamente.
En la primera de ellas, cientos de rusos borrachos de Vodka
hasta las cejas pelearon contra los Burgalians por miedo a que destrozaran sus
preciosas bodegas llenas de litros y litros de su líquido de la vida. Pero esta
batalla no podía acabar de otra forma que haciendo las paces, ampliando las
bodegas y todos ebrios bailando casi en pelotas alrededor de una hoguera
gigantesca bebiendo más y más hasta que amaneciese.
La segunda de estas batallas, “La Batalla de la Petanca”
tuvo lugar cuando los Burgalians rechazaron el VodkaDrinker (deporte principal
de Rusia en aquellos tiempos) e implantaron la petanca. A los rusos esto no les
sentó demasiado bien y atacaron con todo lo que tenían. Al no poseer armas de fuego
ninguno de los dos bandos, la batalla acabó por reducirse a cientos de botellas
de alcohol vacías y piedras siendo lanzadas por los aires para ver si acertaban
a dar a alguno. Pero las avanzadas habilidades de lanzamiento que habían
adquirido los Burgalians tras largos años de práctica jugando a la petanca
terminaron por darles la victoria aplastante, tras la cual, la petanca pasó a
ser un deporte internacional definitivamente.
El 4 de Enero, terminó la conquista de Siberia por parte de
los Burgalians.
De los 5000 que habían comenzado el viaje, sobrevivieron
4000, a pesar de lo cual, el ejército Burgalian estaba compuesto por 8000
personas, los antes mencionados Burgalians de pura cepa, unos 1000 Europeos que
fueron “adoptando” en su viaje por Europa y otros 3000 rusos que se unieron
porque les resultaba divertido.
Pero para la desgracia de los Galegans, la información que estaban buscando no estaba en ningún lugar de Siberia, sino en la base secreta que hay debajo de las instalaciones subterráneas (secretas también) del Kremlin de Moscú.
Ese era ahora el nuevo objetivo de los Burgalians, pero ellos no sabían lo que estaba ocurriendo en el sur de Rusia... no conocían nada de la Campaña del Vodka, la cual, desencadenó una serie de acontecimientos que hicieron que el acceso a su preciada información fuera algo más que imposible.
Me encanta vuestro blog!! Nunca os desanimeis y seguir siempre publicando!! Para mi esta entrada es la mejor!! Gracias por hacerme disfrutar así!!
ResponderEliminarEn nombre de todo el equipo, te doy las gracias recluta!!
ResponderEliminarNos alegra que disfrutes leyendo esta historia y esperamos que sigas disfrutando con las entradas que vendrán!!
Un saludo y que te vaya bien!!